sábado, junio 16, 2007

Clonación

Anteayer fue un día triste en España, otro más de los muchos a los que ya parece que venimos acostumbrándonos, un paso más, y no precisamente pequeño, de la CULTURA DE LA MUERTE, una profundización mayor en la crisis de valores y en la decadencia de nuestra sociedada: ayer, el Gobierno legalizó la clonación, una norma que permite la transferencia nuclear con fines terapéuticos.
España se ha convertido en el noveno país del mundo y el cuarto de Europa en aceptar la clonación terapéutica con la aprobación definitiva en el Pleno del Congreso de la Ley de Investigación Biomédica, que fue apoyada por todos los grupos con la excepción del Partido Popular (centro-derecha). En la votación separada de las enmiendas incorporadas al proyecto a su paso por el Senado, el PP apoyó las negociadas en esa Cámara y votó en contra del núcleo de la ley, según indicó su portavoz en la Comisión de Sanidad del Congreso, Mario Mingo. El texto prohíbe expresamente la constitución de preembriones o embriones humanos exclusivamente con fines de experimentación. Sin embargo, la norma legaliza la clonación terapéutica. Esta técnica supone la transferencia del núcleo de una célula adulta de un paciente a un ovocito al que se le ha extraído su núcleo para reprogramar su crecimiento celular y poder crear así células madre embrionarias capaces de crear tejidos u órganos que se puedan trasplantar a la persona enferma.
Según la ministra de Sanidad, Elena Salgado, la norma es una "ley de garantías" que pretende alcanzar un equilibrio entre el respeto a la libertad de investigación y los controles que garantizan que ésta se realiza en el respeto a los derechos del ser humano y, en particular, a la protección de las personas participantes en los ensayos. Además, la ley garantiza el derecho a la no discriminación, la confidencialidad de los datos y la gratuidad de las donaciones de material biológico, y para asegurar su desarrollo se constituye el Comité de Ética de la Investigación, que garantizará que las investigaciones se adecúen a los requerimientos metodológicos, éticos y jurídicos exigidos. Asimismo, se crea la Comisión de Garantías para la Donación y Utilización de Células y Tejidos Humanos, que debe informar de los proyectos que utilicen o generen estos materiales, incluida la reprogramación celular.
Mario Mingo destacó que aunque se ha mejorado la iniciativa inicial, que era "francamente mala", incluye "elementos nucleares dañinos para la ética y el concepto científico de la realidad de hoy". El Gobierno se sigue "empecinado en sus errores" y está "anticuado" desde el punto de vista científico, ya que maneja conceptos anteriores a 1995. Según Mingo, se ha "desaprovechado una oportunidad" para regular y potenciar la investigación con células madre adultas, que son "las que están dando resultados", por lo que confió en que "muy pronto, cuando gobiernemos, podremos subsanar este problema".
En este sentido, la directora general científica y técnica de VidaCord, Mónica López Barahona, aseguró que "no existe a día de hoy ningún ensayo clínico aprobado en todo el mundo con células madre embrionarias, mientras que existen 710 con células madre adultas".
El PP sí votó a favor de enmiendas como la disposición que permite la creación de bancos de cordón umbilical que tengan por objeto la gestión de servicios de procesamiento, preservación, almacenamiento y distribución del material biológico.
El presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, dijo que la ley supone un "retroceso ético absolutamente rechazable", porque convierte el embrión en "mero material" de investigación. "Creo que es una ley profundamente negativa porque España va a ser uno los países del mundo donde la vida del ser humano, en sus fases de desarrollo, más desprotegida va a estar".
El presidente de la Asociación Española de Bioética, Manuel de Santiago, explicó que con esta ley España vuelve a "dar la nota" y se define como un "país radical a través del pseudoprogresismo".

viernes, junio 15, 2007

La independencia del Kosovo

En esta página suiza, pueden ver los mapas del desmembramiento de la ex-Yugoslavia

Sí, el Kosovo es una provincia serbia; fue parte de la llamada Yugoslavia

Actualmente, el Kosovo es un territorio autónomo, administrado por las Naciones Unidas. Con 17 mil soldados de la OTAN estacionados, ver mapas en el primer link de este artículo.

En el último tiempo, esta -formalmente al menos- provincia serbia, ha vuelto al primer plano de la preocupación internacional, debido a que el mediador de las Naciones Unidas en el conflicto del Kosovo, el político socialdemócrata y ex-Presidente de su país, Martti Ahtisaari propuso (el 2 de febrero pasado) su independencia.

Sí, Ahtisaari dice que, después de lo ocurrido entre 1989 y 1999, no cabe otra solución que la independencia del Kosovo.

Con garantías, eso sí, para el aprox. 7% de población serbia que vive en el Kosovo. Cerca del 88% es albano. Por eso, no les llamamos albanos (de Albania), sino kosovo-albanos.




Los serbios no quieren saber nada de la independencia del Kosovo, como era de temerse. Y están seguros de que cuentan con el apoyo de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad y de China.

Las razones de Rusia son claras (o no tanto, son más bien atávicas): Rusia siempre ha apoyado a sus hermanos serbios (ambos pueblos eslavos y ortodoxos) y pretende continuar haciéndolo.

Tanto británicos, como norteamericanos -ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad- son, gracias a Dios, partidarios de la independencia.

No sé si se dieron cuenta que el Pdte. Bush en su viaje por Europa, concretamente al visitar Serbia, les ofreció nada menos que el ingreso a la OTAN a cambio de aceptar la independencia del Kosovo.

Por otra parte, está la doctrina de la integridad territorial, muy popular en el derecho internacional de los países del socialismo real y que, de alguna manera, parece que continúa en la mente de muchos, en estas regiones.

La posición europea no es clara. Para empezar, le $aldría ba$tante caro a los europeo$ asumir labores de policía en el Kosovo. (Perdonen, pero no todo lo pueden hacer los norteamericanos): 1,3 a 1,5 mil millones de euros los tres primeros años.

Algunos países (España, Grecia y Rumania) posiblemente se opongan a la independencia por no sentar un precedente en derecho internacional que pueda servir de argumento para exigir la independencia por parte de minorías dentro de su propio territorio.

Veremos qué pasa en el futuro, mi opinión personal es que el Kosovo merece la independencia y que sin ella, nunca se desarrollará y su población no saldrá de la pobreza.

Todos estos conflictos que vivimos hoy en esta región, se arrastran desde que los vencedores de la I Gurra Mundial, con buena voluntad, pero con una crasa ignorancia de su composición étnica, trazaron las nuevas fronteras nacionales, después del fin del Imperio pluriétnico y pluricultural de Austria-Hungría.

sábado, junio 09, 2007

Perú: 5,300 millones son de Chile...


Perú: 5,300 millones son de Chile...
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Cada año invierten más en el Perú. Y ahora pareciera que están en todas partes. Poseen supermercados, tiendas por departamentos, líneas aéreas, empresas eléctricas, bancos, financieras, farmacias, grifos, puertos y hasta producen las galletas y golosinas que encandilan a nuestros niños. Los capitalistas chilenos echan raíces aquí y le disputan el mercado a los empresarios peruanos. Veamos en este informe especial cómo han avanzado en los últimos cuatro años.

En la avenida La Marina todo cambió en menos de diez años. La emblemática Feria del Hogar, epicentro comercial de Lima y Callao durante más de tres décadas, ya no existe más. En su lugar, sobre el mismo terreno, se levantan dos enormes cajones de acero bautizados cada uno como Tottus y Sodimac, hijos de la misma madre, el grupo Falabella, de Chile.

Dos cuadras más adelante, frente a frente como dos gigantes en eterna disputa, las también chilenas Ripley y Saga se pelean por el favor del público. Y en la vereda del frente, un servicentro Primax, alianza estratégica entre el Grupo Romero y la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP, de Chile), vende combustible a un ritmo frenético.

Es martes por la noche y la avenida La Marina hierve de gente. Convertida en un enclave de la inversión chilena, resume el excelente negocio que significa el Perú para los capitalistas del país del sur. Un negocio de miles de millones de dólares.

Lluvia de verdes

No somos chauvinistas. Simplemente resaltamos una verdad inobjetable. El Perú es una gran mina de ingresos para los inversionistas chilenos. Claro, a pesar de los altos índices de pobreza, las cifras macro teñidas en azul respaldan un crecimiento económico importante, atractivo para quienes andan a la caza de nuevos mercados.

Tal como se menciona en la página web de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile), "el buen momento que atraviesa el Perú lo ha convertido en la tercera plaza favorita de los inversionistas chilenos (detrás de Argentina y Brasil)".

Ciertamente, el total de inversiones chilenas acumuladas en nuestro país asciende a US $ 5,300 millones. De esa suma, US $ 2,300 millones (el 45%) se concentra en actividades relacionadas con el sector energético, donde las empresas eléctricas y de distribución de combustibles llevan la batuta.

Siguen en importancia el sector industrial (elaboración de alimentos y bebidas, fabricación de insumos diversos) y transportes y comunicaciones (aviación comercial, puertos). Cada uno acumula inversiones del orden de los US$ 700 millones, que equivalen al 30% del total.

Pero es en el sector comercio (tiendas por departamentos, farmacias, supermercados y centros comerciales) donde se ha experimentado un crecimiento sustancial, principalmente a lo largo de los últimos cuatro años. Con una inversión de unos US$ 500 millones, los principales actores del retail en Chile ya son parte de nuestra geografía urbana. Las ochenteras Hogar y Scala han dado paso a nuevas fórmulas (Ripley, Saga) que se multiplican por doquier y atraen a miles de clientes seducidos por las compras en cuotas mensuales.

In crescendo

Si revisamos estadísticas oficiales, comprobaremos que la inversión chilena en el Perú ha crecido de manera sostenida: US $52 millones en el 2002, US$ 83 millones en el 2003, US$ 212 millones en el 2004, US $270 millones en el 2005 y US$ 367 millones en el 2006.

No es poca cosa. Hace un quinquenio el Perú recibió el 6.7% de toda la inversión chilena en el exterior y el año pasado esa cifra se elevó hasta el 15%. Todo haría indicar que la tendencia hacia el alza continuará inexorablemente.

De hecho, hace aproximadamente un mes que se viene comentando en los circuitos económicos que hasta tres holdings chilenos (Ripley, Falabella y Cencosud) andan detrás de los supermercados Wong. Y aunque la reconocida empresa nacional ha desmentido su interés en vender, nadie descarta una sorpresa en el futuro.

El Financiero, diario chileno especializado en temas económicos, señala en un reciente artículo que "según fuentes cercanas a los dos mayores grupos empresariales de retail de Chile, Cencosud y Falabella, la compra de Supermercados Wong ya ha pasado a ser un tema estratégico". Según cálculos preliminares, de concretarse la operación podría pagarse por la cadena peruana hasta US$ 700 millones.

Este multimillonario interés por Wong (más allá de lo que llegue a ocurrir) no hace sino confirmar que, para los capitales sureños, el Perú revela un singular atractivo. Ya lo dijimos, acá hay negocio.

La ola que viene desde el sur

Se calcula que Chile posee alrededor de 250 empresas constituidas en el Perú, pero no todas tienen el mismo grado de importancia. Un intento serio de clasificación ha sido llevado adelante por el economista y profesor de la Pontificia Universidad Católica, Alan Fairlie Reinoso, autor del libro (escrito al alimón con Sandra Queija de la Sotta) Relaciones Económicas Perú-Chile: ¿Integración o conflicto?

En él, Fairlie identifica a las principales empresas chilenas que operan en el país y las divide de acuerdo a los sectores hacia los cuales estas se orientan (ver infografía).

Así, tenemos en el rubro energético a la ya mencionada Primax, la distribuidora de combustibles en la que son socios el grupo Romero y ENAP de Chile. Además, Fairlie identifica capitales chilenos en empresas eléctricas como Edegel y Edelnor.

En lo que respecta a transporte, Fairlie sostiene que "la presencia de capitales chilenos en los puertos Callao y Matarani, que concentran cerca del 80% del movimiento de carga a nivel nacional, es significativa".

"Son tres los grupos chilenos, Claro, Von Apeen y Urenda, que mantienen una participación mayoritaria en las actividades portuarias (…) Las filiales de estos grupos dominan la prestación de servicios", señala.

Hay que añadir a Lan Perú, la empresa aérea que ha estado disfrutando (tras el cierre de Aerocontinente) de un cuasi monopolio, que la ha llevado a dominar el mercado interno con impresionante holgura. El dueño de Lan es Sebastián Piñeira, ex candidato presidencial de la derecha chilena, que perdió en segunda vuelta frente a Michelle Bachelet.

En el campo financiero, juegan un partido aparte las Financieras CMR (de Falabella) y Cordillera (de Ripley). Y no nos olvidemos del Banco de Trabajo (aunque rumores que llegan desde Chile hacen hincapié en que el grupo Altas Cumbres, ligado al empresario Santiago Cummins, podría deshacerse de dicha entidad siguiendo un plan de reestructuración).

En materia industrial, singular importancia tiene Empresas Carozzi, que opera en el mercado peruano a través de sus marcas Molitalia (pastas y salsas de tomate), Costa y Ambrosoli (galletas, wafers, chocolates, caramelos y otras golosinas). Y el Conglomerado Watt’s, propietario del 37.35% de las acciones de Laive S.A.

Ganancias millonarias

Los dueños. Empresarios Marcelo Calderón, Sebastián Piñeira y Reinaldo Solari, presidentes de Ripley, LAN y Falabella.

Cuando afirmamos que el Perú es una gran mina de ingresos para los empresarios chilenos, no exageramos. La última edición de Perú: The top 10,000 companies (de Perú Top Publications) menciona a los 40 grupos económicos con mejores rendimientos en el período 2005-2006. Dos de ellos son chilenos y muy conocidos, por demás: Falabella (de la familia Solari) y Ripley (de la familia Calderón).

Del primero son las tiendas por departamentos Saga Falabella (once locales), Sodimac (4 locales) y los hipermercados Tottus (4 locales). También ha entrado con mucha fuerza al negocio de los centros comerciales y, a través de Malls Perú, construyó Plaza Atocongo.

Cuenta además con Corredores de Seguros Falabella, Viajes Falabella y Financiera CMR, nada menos que el líder local en créditos de consumo, que ya consiguió la aprobación de la Superintendencia de Banca y Seguros para convertirse en Banco Falabella. Pues bien, en el 2005, de acuerdo con Perú Top, Falabella obtuvo ingresos del orden de los US$ 419 millones.

¿Y Ripley? En la actualidad cuenta con ocho tiendas en el Perú, seis bajo el diseño tradicional y dos bajo la marca MAX, formato orientado al autoservicio y a los precios más bajos. La facturación de la empresa en el 2005 (incluyendo a su financiera Cordillera) llegó a los US $75 millones.

Podemos mencionar más ejemplos. Así, revisemos el mercado farmacéutico. Según datos del 2004, Inkafarma habría facturado poco más de US$ 80 millones (alcanzando una participación de mercado del 15%) y Fasa unos US$ 67 millones (con una torta del 12.5%).

Competencia y asimetría

Ahora, la pregunta es hasta qué punto las empresas chilenas pueden plantear una dura competencia a las peruanas. La respuesta variará dependiendo del sector. Tottus no puede con Wong, pero la importación de ropa china por parte de tiendas como Ripley y Saga son fatales para la industria textil nacional.

Humberto Campodónico resume el problema de la siguiente manera: "Ellos (Ripley y Saga) importan un terno a 15 soles pero te lo venden a 98 soles y se quedan con todo el margen. Eso no beneficia al consumidor y el mismo Indecopi lo ha hecho notar. Entonces, la competencia con los textiles peruanos es directa".

Hay un punto adicional y final que merece la pena tocar, y tiene que ver expresamente con la asimetría que existe entre las inversiones chilenas en Perú y las inversiones peruanas en Chile. Ya habíamos dicho que las primeras son del orden de US$ 5,300 millones. ¿A cuánto llegan las segundas? El estimado es de US$ 300 millones. Dicho esto, ¿es conveniente para la estabilidad de las relaciones entre ambos países una diferencia tan dramática? Esta es una pregunta para otro informe, pero podríamos anticipar una respuesta: muy posiblemente, no. La dependencia económica a los capitales del sur influye en las decisiones políticas.

Cifras

15,000 empleos indirectos generan las empresas chilenas instaladas en el Perú.

(Fuente: DIRECON-Chile)

360 millones en ventas registró, durante el 2006, el Jockey Plaza, principal centro comercial del Perú, operado por el grupo chileno Altas Cumbres.

(Fuente: Diario El Financiero)

2,388 millones de dólares en inversión extranjera registró Chile durante el año 2006.

(Fuente: Cámara de Comercio de Santiago)

23,500 empleos directos generan las empresas chilenas instaladas en el Perú

(Fuente: DIRECON-Chile)